jueves, 4 de noviembre de 2010

El día suma y la vida sigue.

Otra mañana que comienza.
El desorden encontrado en la cocina me abofetea el rostro.
La radio mezcla las noticias trágicas con el mísero juego político y el alma se me cae…
Otro día que lastima.
Acudo de inmediato a mis panes de molde, la aceitera, el azúcar y la caja de cartón con el café de siempre…
La cafetera, obediente, bosteza y me salpica, trayéndome ese aroma que me engancha a la vida.
La desgana, que madruga conmigo, se está desperezando y la dejo olvidada en cualquier sitio.
En la bandeja amarilla orden; el ritual comienza y con mimo la llevo al saloncito, junto a la gran ventana.
El primer sorbo de la mañana no tiene precio.
Me recreo en la tenue luz que entra y en la gente que pasa, pocos: albañiles que llegan a la calle contigua con sus enormes “monstruos” emitiendo silbidos; niños al instituto; coches, cientos de coches, sin prisa pero sin pausa. Con su horario inexacto el autobús rural, cargados de resignados viajeros que acuden al trabajo.
¡De pronto! la mañana llama al timbre de la casa para buscar mi aliento. Cavilando, contemplo atónita el vacío de la taza, me levanto y, al hacerle el enjuague (antes de ir a la máquina) vierto por el desagüe experiencias inútiles, historias de ayer mismo que me hieren, enojo acumulado… y más cosas.
Mi mano derecha apostada en mi pecho escucha el tic-tac del corazón y me invaden dos preguntas:
¿Cómo serán las cartas para el juego de hoy?
¿En el juego diario de la vida habrá ganadores y perdedores?
Comienza un nuevo día lleno de interrogantes.

4 comentarios:

  1. Yo siempre que me hago el café solo alcanzo a pensar, y no puedo evitarlo, en el montón de personas que deben intervenir para que yo pueda saborear semejante preprarado;
    -Los que cultivan el café, recojen ,tuestan, transportan, muelen.....
    - El envase.....
    -El sitio donde lo compro, colocarlo, cobrarlo .....
    - Los que cuidan la vaca que da la leche, el ordeño, uperización, trasporte, venta.........
    - Los que siembran y recojen la caña de azúcar o remolacha.
    - Los que siembran y recojen el árbol del cual sacan el papel para la bolsita de azúcar.
    - El vaso......
    - La cuchara
    - La cafetera....y la electricidad para que funcione.

    y ya no sigo, que me disculpen de los que me he olvidado.

    NO es "coña", con otros productos podrá pasar lo mismo, pero siempre que me preparo un café pienso en todo esto irremediablemente.

    Salud y besos para todos.

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  2. En alguna ocasión he pensado en las plantaciones; también en el contrabando y cuando, de pequeña, me mandaban a comprar el café portugués "El Barco" o "El Camello"...¡qué rico estaba! Pero la verdad es que no me había parado a pensar en ese proceso que mencionas.
    El próximo día quizás me sepa aún mejor solamente al reparar en cuantas personas ganan con su consumo.
    Un abrazo.

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  3. Ay Alicia, "El Barco" y "El Camello"; era solo la marca, el género era el mismo. Pero eso es lo de menos, lo importante de ese café tan rico, como dices, era su transporte; ¡cuantas penalidades sufrían aquellos que lograban llevarlo al lugar de venta!
    Sincero recuerdo para ellos que dedicaron sus vidas en tan dura tarea.
    Cordial saludo

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  4. Amigo Jesús: Aunque el género era el mismo parecía haber un "pique" entre las dos marcas.
    Sé, que para que unos lo saborearan, otros pasaban muchas penalidades.
    También mi recuerdo para ellos. Era el escaso jornal que estraba en su casa para alimentar a la familia...¡qué tiempos!
    Estoy teniendo algunos problemas con el ordenador, es ya viejillo.
    Me alegro de leerte de nuevo.
    Un saludo.

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