jueves, 7 de octubre de 2010

Tus pasos.

No he podido olvidarte viejo amigo y si lo hice, no fue lo suficiente.
El olvido tiene buena memoria cuando le apetece.
¿Por donde caminarán tus pasos? ¿Cómo estará tu corazón amable; ése que siempre regalaba rosas “porque hoy es hoy” y sin motivo alguno?
He vuelto a ver el barrio y ya no es pobre. Se ha convertido en zona distinguida. La nueva España lo ha cambiado todo… menos mi corazón…pajarillo sin alas…
Si acaso te tuviera a mi lado, podrías aconsejarme de qué forma exiliarme de estas rejas cosidas por candados con óxido…enseñarme las llaves de aquella libertad que no teníamos y animarme, -como lo hacías entonces,- ante el miedo del inevitable examen que amenazaba el curso.
¡Qué nostalgia de años! Voy indultando versos, igual que indulto tiempos y recuerdos.
Y regreso y regreso, volviendo a las canciones y las velas.
He vuelto a mis manoseados libros, a mis poemas tristes y a tus flores. Y estoy siendo feliz con el retorno hacia aquellos días gloriosos del pasado que revivo con ganas de encontrarte, para seguir aquella charla que dejamos a medias…

2 comentarios:

  1. Alicia, hermosas tus palabras a la intemperie, siempre me sorprenden. Hoy me parece advertir en ellas cierta nostalgia resignada a perder en parte lo que tan feliz te hizo, a la vez que por otro lado expresas tu deseo de retomar recuerdos para hacerlos realidad. Son las intenciones que he podido captar, leyendo y releyendo…, como siempre.
    Un abrazo

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  2. Amigo Jesús: Leí tu comentario en su día pero no pude escribir. Últimamente salgo fuera más de lo que quisiera (teniendo en cuenta que me gusta estar en casa)pero me veo obligada a ello.
    Me encontré con tu hermana y Antonio en una clínica, en Luis Montoto y mientras esperábamos hablamos de la vida y de los hijos. Me dió mucha alegria de verlos después de tanto tiempo.
    Un abrazo.

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