TE DI.
Te regalé
la lluvia en la vasija de mis manos pero no fuiste rápido y ésta se
escurrió de entre mis dedos.
También en
mi mirada te di los sueños rotos esperando que los recompusieras y
miraste hacia otro lado.
Te conté
de mis miedos y en lugar de matarlos te encontré alimentándolos.
Te regalé
insistencia, tambien mi valioso tiempo, sonrisas, pensamientos, mi
aroma, la vida y guardé tu imagen para señalar la página de mi
libro favorito... y nada fué importante para tí.
¿Y te
sorprendes ahora que ya nadie me encuentre entre las huellas de tus
pasos?
¡Sencillamente precioso!
ResponderEliminarSiempre estás ahí, con lo escondido que están mis escritos. Apareces rápido,con tu ánimo y con tu ayuda.
Eliminar¡Gracias! Besitos.